jueves, 10 de marzo de 2011

Posición Pública: Frente a la Toma del Campus de la UES

A todas las organizaciones sociales, populares, a la comunidad universitaria y al pueblo salvadoreño, en general, frente a la ocupación del campus central de la Universidad de El Salvador, las organizaciones abajo firmantes exponemos que:

  1. A pesar de no estar participando en la ocupación, consideramos que la lucha que están desarrollando las y los aspirantes del Frente Amplio de Nuevo Ingreso (FANI) por la ampliación de cupos son legítimos y justos.
  2. Condenamos cualquier tipo de intervención policial al Campus Universitario, ya que esta acción violentaría la autonomía de la UES. y repudiamos contundentemente cualquier confrontación de grupos de choques manipulados por las autoridades universitarias u otras instancias.
  3. Proponemos a las autoridades universitarias y miembros del FANI nuestra mediación en donde se integren otras instancias como la Procuraduría de Derechos Humanos para aportar a una solución pronta y satisfactoria a través del diálogo.
  4. Exista una mejor administración de los recursos actuales de la Universidad de El Salvador, con el fin de fortalecer la capacidad de absorción de aspirantes, mejorar la calidad académica, la investigación científica y la proyección social para construir una educación pública, democrática y liberadora.
  5. No negarles el Derecho a la Educación a las y los aspirantes que han solicitado reconsideración a través de las diferentes organizaciones y asociaciones, teniendo como base el Art. 53 de la Cn.
  6. Que las autoridades se comprometan a asumir su compromiso y deber de gestionar un presupuesto justo, apegado a las necesidades reales de la Universidad de El Salvador; pues tengan la certeza que nuestras organizaciones y las comunidad universitaria acompañara esa lucha.
  7. Al Estado Salvadoreño que asigne constitucionalmente un presupuesto equivalente al 6% del presupuesto general de la nación para mantener, fortalecer y acrecentar el patrimonio universitario apegado a la demanda real de bachilleres de cada año, haciendo cumplir el Art. 61 de la Cn.
  8. Si el Gobierno de El Salvador no cuenta con los fondos suficientes para asignar un mayor presupuesto a la UES, que haga cumplir la Ley para que la gran empresa privada deje de evadir y eludir sus impuestos, ya que esta cifra ronda anualmente los 1,500 millones de dólares.

Tomando en cuenta lo anterior, le hacemos el llamado a la reflexión a los estudiantes a que le exijamos a las Autoridades que cumplan con su trabajo y le den salida inmediata a esta situación, tomando en cuenta que la inoperancia de estas ha provocado esta situación y que no se le debe negar el Derecho universal a la Educación a la juventud salvadoreña.

Jueves, 10 de marzo de 2011

UJRM    *    MRG    *    FAU    *    FES “Jorge Arias Gómez”    *    FESUES    *    CRM
FERM-19    *    MG-8    *    BREA
    *    Colectivo de Arte Popular    *    Colectivo CHEJES
AGEFMOcc    *    JPS     *    Colectivo Socialista Universitario

viernes, 18 de febrero de 2011

POR UN PRESUPUESTO JUSTO PARA LA UES, NO A LA EVASIÓN FISCAL


El pasado 16 de febrero de 2011, la UES cumplió 170 años de fundación y nuevamente la Universidad de El Salvador, única institución pública universitaria del país, enfrenta momentos difíciles con el proceso de nuevo ingreso.
En el 2010, se graduaron más de 75,000 bachilleres de las diferentes instituciones públicas y privadas del  país, de las cuales solamente 26,500 puede comprar el Derecho a ser aspirante a la Universidad de El Salvador, sin embargo sólo fueron admitidas y admitidos un aproximado de 9,000 siendo excluidos más de 56,000 bachilleres de la Educación Superior Pública.
Esto normalmente, se justifica con la escasez de recursos financieros y materiales que sufre la UES. Este no es un problema nuevo, a lo largo de la historia la Universidad ha sufrido  un ahogamiento presupuestario con el fin de mantenerla pasiva frente a la generación libre  pensamiento, critico y propositivo para los problemas del país. En los últimos años el presupuesto de la UES ronda el 1.5% del Presupuesto General de la Nación equivalente a unos 70 millones de dólares.
El Estado Salvadoreño es el llamado a garantizar los fondos para el buen funcionamiento de la UES además de fortalecerla y asignar las partidas necesarias para acrecentar su patrimonio.  Con los gobiernos anteriores no hubo voluntad política de ejercer esta función hacia la Universidad; el actual, se comprometió durante y después de la campaña electoral a aumentar paulatinamente su presupuesto durante sus cinco años de gestión, pero hasta el momento no se ha visto ningún aumento.
El Gobierno de Mauricio Funes y el FMLN se han visto limitado para financiar sus proyectos sociales, esto se debe a que la recaudación fiscal no es la suficiente. Más de 1500 millones de dólares evadidos y eludidos anualmente por los grandes empresarios, que son equivalentes a un tercio del Presupuesto General de Nación, provocan esta falta de inversión en rubros como la Salud y la Educación en todos los niveles.
Por lo tanto, exigimos:
  1. Garantizar el Derecho a la Educación definido en el Art. 53 de la Cn.”La Educación… es obligación y finalidad del Estado su conservación, fomento y difusión”.
  2. Cumplir el Art. 61 de Cn. que define “Se consignarán anualmente en el Presupuesto del Estado las partidas destinadas al sostenimientos de las universidades estatales y las necesarias para asegurar y acrecentar su patrimonio”, con el fin de aumentar la capacidad de absorción estudiantil, a través de aumentar y mejorar las capacidades materiales de la UES.
  3. Asignar constitucionalmente un Presupuesto para la UES equivalente al 6% del Presupuesto General de la Nación.
  4. Crear los mecanismos necesarios para combatir los Delitos de Evasión y Elusión Fiscal en base al Capítulo V del Código Penal.
  5. Hacer las gestiones Judiciales necesarias para castigar a los evasores fiscales, que podrían ir desde 4 hasta 8 años de cárcel dependiendo de la cantidad evadida en base al Cod. Penal.
POR EL DERECHO A LA EDUCACIÒN, NO A LA EVASIÒN

Ciudad Universitaria, 18 de febrero de 2011

domingo, 30 de enero de 2011

LOS VERDADEROS CULPABLES DE LOS PROBLEMAS DE LA UES


Hoy es el momento de luchar por Nuestra Educación
Como ya es sabido por la comunidad universitaria, todos los años la UES, única universidad pública en nuestro país, enfrenta la problemática de nuevo ingreso. Este año no es la excepción, ya que de nuevo la historia se repite porque miles de estudiantes quedan excluidos de la educación superior.
Junio del año pasado fue el génesis de incertidumbres y temores de los estudiantes que lograron comprar sus carpetas para ser sometidos al examen de admisión. Ese año las autoridades universitarias dispusieron vender 26 mil 500, 3 mil 500 más que el año antepasado. Sin embargo, de esos 26 mil 500 estudiantes sólo serían seleccionados 9 mil 500, quedando excluidos 17 mil aspirantes.
A partir de lo anterior, como estudiantes organizados o no organizados, debemos sacar nuestras propias conclusiones con un sentido crítico y solidario para con nuestros hermanos aspirantes que en su mayoría, al igual que nosotros provienen de familias pobres que no pueden pagar una universidad privada.
Para sacar nuestro propio criterio es necesario cuestionar lo siguiente. ¿Me hubiese quedado yo de brazos cruzados si cuando hice mi examen no hubiese sido seleccionado?
 A lo mejor no, y motivado por la necesidad de cursar una carrera universitaria para tener más oportunidades de desarrollo que permitan mejorar las condiciones de vida de tu familia, hubieras buscado a organizaciones, asociaciones o otras instancia que pudieran ayudarte tal y como lo han hecho muchos aspirantes a los cuales se les ha violentado el derecho constitucional a la educación superior (Art. 53 de la Cn.) y a los cuales hemos calificado de “incapaces, vagos y  tontos” por el hecho de no haber pasado el examen y estar luchando justa y legítimamente por su derecho.
Otra cuestionante debe ser ¿Por qué la UES no tiene capacidad para cubrir toda la demanda académica? Algunos de los argumentos “objetivos” que utilizamos a la hora de acusar a los aspirantes que están luchando por ingresar a la U son: que la universidad está saturada porque la infraestructura es insuficiente, que no hay recursos financieros para contratar más docentes, ampliar la infraestructura y comprar más equipo y mobiliario.
Sin embargo, no nos hemos puesto a pensar que detrás de todas esas carencias está el miserable presupuesto que el estado asigna año con año a la UES, el cual ronda el 1.5% del presupuesto general de la nación, el más bajo en la región centroamericana.  
Una ultima interrogante es ¿Quién o quienes son los culpables de qué la UES tenga un mísero presupuesto? Está claro que no son los aspirantes. Los culpables número 1 son los grandes empresarios que evaden miles de millones de dólares, para ser un poco más exacto, la evasión ronda 1,624 millones de dólares anuales que podrían servir para financiar más y mejor educación en todos los niveles, así como otros rubros sociales; culpable número 2 es el estado que no combate contundentemente a esos delincuentes de saco y corbata que se roban la Renta y el IVA que le retienen a nuestro pueblo cuando compra los productos; culpable numero 3 son las autoridades universitarias, incapaces de gestionar un presupuesto planificado según las necesidad de cada facultad y de la U en general y de administrar efectivamente esos recursos; y un culpable numero 4 somos las y los estudiantes, que conociendo está realidad no nos organizamos para exigir a las autoridades universitarias y al Estado  que busque erradicar está problemática de raíz, que nos afecta únicamente a las familias pobres.  

¡POR UN PRESUPUESTO JUSTO PARA LA UES, NO A LA EVASIÓN FISCAL!

domingo, 1 de agosto de 2010

La Revolución Cubana y la izquierda equidistante; El ejemplo de Heinz Dieterich

Una parte de la izquierda internacional, incómoda por la supervivencia de un sistema socioeconómico cubano original, que desafía a muchos prejuicios establecidos, ha elegido una fácil equidistancia que encubre un abandono progresivo de su antigua solidaridad con la Revolución cubana y latinoamericana, si es que alguna vez la tuvo sinceramente. Destacan recientemente el artículo del destacado intelectual Heinz Dieterich Severa derrota de la Revolución Cubana (1), artículo donde es palpable su desconexión del compromiso político con el pueblo de Cuba y sus dirigentes revolucionarios. Dieterich, intelectual que se ha ganado una buena fama acompañando los procesos revolucionarios latinoamericanos, especialmente Cuba y Venezuela, pretende demostrar que la Revolución cubana está sufriendo una derrota histórica, por la liberación de los presos contrarrevolucionarios enviados a España, y por la mediación de la Iglesia católica cubana. Pero los análisis de Dieterich no responden a evidencias objetivas, sino a una equidistancia cada vez mayor respecto los procesos revolucionarios latinoamericanos, presentados como derrotas irreversibles. Esta equidistancia, tan típica de muchos intelectuales de izquierdas que no quieren “contaminarse” con los momentos de dificultades o de retrocesos de las luchas populares y revolucionarias, conduce a situarse por encima del bien y del mal, y a adoptar una posición de “verdad absoluta” que menosprecia la capacidad de los pueblos y sus dirigentes.
Dieterich, profeta de las derrotas
En 1993, un periodista norteamericano de renombre, Andrés Oppenheimer, publicó un libro sobre Cuba. Su título era La hora final de Castro, y en él la economía y la sociedad de Cuba eran descritas en los mismos términos apocalípticos, mugrientos y denigrantes que aparecen en muchos análisis de la izquierda equidistante. Lo más destacable del libro era que se preveía el derrumbe estrepitoso de la Revolución cubana para el año siguiente, 1994, como si el autor quisiera rendir homenaje al famoso y rabiosamente anticomunista Orwell con su novela 1984. Gracias a este deslumbrante trabajo de “investigación”, el autor obtuvo el prestigioso Premio Pulitzer de periodismo ese mismo año. Más de quince años han pasado desde entonces y el famoso “investigador” Oppenheimer, sin una pizca de vergüenza, sigue escribiendo en varios periódicos (entre ellos El País) como si nada hubiera sucedido, y está considerado todavía como un gran “experto” de la realidad cubana, puesto que el imperialismo sabe premiar bien a sus fieles servidores. Pero a pesar de las siniestras previsiones del periodista y de los fervientes deseos de los diferentes presidentes norteamericanos y europeos, la Revolución cubana, con sus altibajos y sus innegables problemas y deficiencias, sigue mostrando su solidez y su voluntad de perfeccionarse y avanzar hacia el futuro.
En el año 2007, otro famoso investigador profetizaba nada más y nada menos, tras la derrota de la reforma constitucional promovida por el gobierno de Hugo Chávez, la caída estrepitosa de los gobiernos de Venezuela, Bolivia y Cuba entre los años 2008 y 2010:
«Es posible que los gobiernos de Hugo Chávez y de Evo Morales no sobrevivan los embates de la reacción en el año 2008 y que el modelo cubano se agote en el 2009-2010, si no se toman medidas realistas de inmediato» (2).
Como los lectores más agudos habrán podido adivinar, el autor en cuestión es Heinz Dieterich. Ha pasado los años 2008, 2009 y la mitad del 2010 (todavía hay “esperanzas” de que estas profecías se vean cumplidas) y, al igual que a Oppenheimer, podemos recordarle a Dieterich aquello de que “los muertos que vos matásteis gozan de muy buena salud”.
¿Derrota o fortaleza?
Hay bastantes indicios para considerar que la liberación de los presos se ha realizado sin atender a presiones externas: una de ellas es que la liberación de los presos ha descolocado a la oposición interna, tanto a la abiertamente pro-imperialista, como a la oposición neoliberal-gorbachoviana: uno de sus líderes, Roberto Cobas, no ha perdido la ocasión de arremeter nuevamente contra el gobierno cubano y a defender a los contrarrevolucionarios en un artículo cargado de ira, rencor e insultos contra todo aquel que discrepa de su pensamiento único (3). Además de la desesperación de los “perestroicos” criollos, hay otros factores mucho más importantes que refuerzan la evidencia de que la Revolución no ha cedido a presiones: el hecho de que los presos en a España no han sido recibidos como “presos políticos”, sino como inmigrantes extranjeros, y han sido destinados a refugios comunitarios de personas sin recursos económicos, levantando las protestas de la mayoría de ellos, que esperaban recibir en España el premio por la traición a su patria y poder vivir como privilegiados. Finalmente, la decisión del gobierno de Cuba desarma el frente único de la Unión Europea y su Posición común contra Cuba, así como le resta argumentos a los que dentro de Estados Unidos defienden la continuidad del bloqueo y las medidas agresivas contra Cuba. La Revolución, en cambio, no ha hecho ni una sola concesión de principios y se ha desembarazado de decenas de elementos completamente degradados e irrecuperables para la sociedad cubana.
Dieterich, en su artículo dedicado al tema, se suma al coro de los que presentan a la Revolución cubana con un futuro muy sombrío. Según el intelectual, la liberación de los presos significa una «severa derrota táctica» que invalida a la Revolución para «mantener la iniciativa estratégica». Para Dieterich, «la pérdida de poder de la Revolución se manifiesta en el hecho de que, por primera vez en medio siglo, ha cedido a las presiones del Exterior. La pérdida de la iniciativa estratégica se nota, entre otras, en el hecho, de que no fue el Partido Comunista de Cuba que liberó en plena autonomía a los presos, sino que lo hizo bajo la presión externa y de la Iglesia Católica.» (4)
Estas previsiones no responden a un hecho objetivo, sino que son consecuencia de la equidistancia de Dieterich respecto a la Revolución cubana y de los procesos latinoamericanos como el de Venezuela: Dieterich oculta en sus análisis que no es la primera vez que el gobierno de Cuba libera presos políticos ni tampoco es la primera vez que tiene conversaciones con las diferentes iglesias cristianas, incluyendo la católica, y no por ello la Revolución ha sufrido ninguna «severa derrota táctica». Recordemos tan sólo el viaje del Papa Juan Pablo II a Cuba en 1998, que para muchos significaba el inicio del fin de la Revolución, de forma similar a Polonia.
Como señala acertadamente Enrique Ubieta sobre la liberación de los presos contrarrevolucionarios, han habido numerosos antecedentes históricos como «el canje de mercenarios capturados durante la invasión de Playa Girón; el diálogo con la emigración cubana en 1978 y la liberación posterior de cientos de batistianos y de contrarrevolucionarios, muchos de ellos capturados en actividades terroristas; los acuerdos migratorios con gobiernos norteamericanos de uno u otro partido (tanto los de Reagan o W. Bush, como los de Clinton u Obama); el proceso de contactos permanentes e intercambio de criterios con las diferentes denominaciones religiosas, incluida la católica, entre otros» (5). Añadamos a esta lista la liberación de 26 presos políticos en 1984 por las gestiones del reverendo Jesse Jackson, la de numerosos presos que viajaron a España tras la visita a Cuba de Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, la de tres presos en 1996 por las gestiones de Bill Richardson, y las de 80 presos a raíz de la visita del Papa Juan Pablo II a Cuba. ¿Todas estas acciones fueron «severas derrotas de la Revolución cubana», Sr. Dieterich?
Por ello vuelve a tener razón Enrique Ubieta cuando responde implícitamente y explícitamente a todos los que “denuncian” que Cuba ha sufrido una severa derrota: «aunque estas conversaciones transcurrieron por iniciativa de las partes, y encauzaron una decisión que el acoso internacional había pospuesto, los medios trasnacionales y sus lacayos internos, inicialmente desconcertados, intentan ahora capitalizar los resultados».
Las profecías de Dieterich: abandono del compromiso político y erosión de la solidaridad internacional
No obstante el fracaso estrepitoso de sus predicciones respecto a Venezuela, Bolivia y Cuba, y sin un átomo de autocrítica por su parte, Dieterich, en un artículo anterior ya manifestaba su pesimismo sobre el devenir de la Revolución a partir de las graves crisis estructurales que según él estaban amenazando a la Revolución, adoptando alegremente algunas premisas que presentan los medios de comunicación imperialistas sobre Cuba:
«Las cuatro crisis parciales son: a) la grave crisis económica, causada, por un lado, por factores externos y, por otro, por serios errores endógenos, como en la agricultura y la política de precios; b) la severa crisis de sucesión de la dirección histórica que no ha logrado renovarse; c) la bifurcación del Partido en dos centros de poder de decisión y visiones de desarrollo (Fidel y Raúl) y, d) la extrema lentitud de reformas y la invisibilidad -discursiva y estratégica- de un Nuevo Proyecto Histórico.» (6)
Evidentemente, sólo Dieterich posee las recetas salvadoras para impedir la catástrofe.
Como podemos ver, la equidistancia de Dieterich no sólo le conduce a distorsionar y amplificar los problemas de la Revolución cubana, sino también a adoptar las tesis del imperialismo de un supuesto “divorcio” del poder entre Fidel y Raúl, tesis que tienen como objetivo presentar ante los amigos de Cuba a una dirección revolucionaria dividida y/o enfrentada que sería incapaz de superar los graves problemas y sacar adelante el país. Por lo tanto, si según la lógica de Dieterich -no demostrada con ningún argumento-, los máximos dirigentes cubanos son unos “incapaces” que están “divididos” sobre sus concepciones, ¿qué importaría el futuro de la Revolución cubana si está destinada a derrumbarse inexorablemente? ¿Qué sentido tendría continuar con el apoyo solidario e internacionalista? Dieterich con su lógica de la equidistancia parece proponer que abandonemos estos “esfuerzos inútiles” y nos dediquemos a empresas mejores...
Dieterich ha decidido abandonar su anterior apoyo incondicional a la Revolución cubana, tan necesaria actualmente. Porque, independientemente de que a uno le guste más o menos las ideas de Dieterich sobre el socialismo, hay que reconocer que tuvo momentos de compromiso valientes: por ejemplo, no dudó en apoyar públicamente una dura medida de la Revolución cubana, muy impopular en el extranjero, como el fusilamiento de varios secuestradores cubanos el año 2003. Esta medida, que cortó de raíz las intentonas desestabilizadoras de Estados Unidos, fue duramente criticada entre otros por dos intelectuales considerados “vacas sagradas” de la izquierda: José Saramago y Eduardo Galeano. En aquellos momentos, Dieterich tuvo una postura valiente y criticó merecidamente a ambos intelectuales por su cómoda posición equidistante con la Revolución cubana:
«La posición del novelista lusitano es un reducto intelectual de lujo, casi escolástico, podría decirse, pero consistente. La del escritor uruguayo es un falso compromiso entre el diagnóstico de la realidad, y la terapia: es inconsistente. Donde tiene que dar respuestas concretas para el problema cubano, se refugia en desiderata generales, es decir, combina afirmaciones críticas con aspiraciones utópicas, que están fuera de la realidad del problema» (7).
La equidistancia como argumento de extrañas amistades
Lamentablemente, Dieterich ha ido abandonando su compromiso político a la misma velocidad con que sus ideas y pronósticos no eran aceptados por aquellos gobiernos a quienes había apoyado públicamente y, lo que es peor, le ha llevado a apoyar a elementos contrarrevolucionarios. Por ejemplo, su equidistancia con la Revolución bolivariana y el comandante Hugo Chávez, convirtió a Dieterich en abogado defensor de Raúl Baduel, general retirado y ex-ministro de defensa del gobierno de Chávez, al que abandonó entre otras cuestiones por oponerse a la profundización de la Revolución bolivariana y a la reforma constitucional. Actualmente se encuentra encarcelado por un caso de corrupción, aunque algunos medios cercanos a Chávez hablaban de que Baduel lideraba un movimiento de oposición dentro de las fuerzas armadas con intenciones golpistas (8). El exgeneral, sorpresiva y públicamente, se desmarcó de la Revolución bolivariana y organizó una campaña para pedir el voto contrario a la reforma constitucional, reforma que calificó como «golpe de Estado». Baduel, con un lenguaje propio de la oligarquía pro-imperialista, acusaba a Chávez públicamente de «despojar a los ciudadanos de sus derechos (...) Este proyecto de una nueva Constitución promueve la polarización y contribuye al enfrentamiento entre los venezolanos, siendo absurdo tratar de fabricarla en torno a una ideología». También criticaba los ataques a la propiedad privada por parte de Chávez (9).
El hecho de que Baduel hiciera un llamamiento público a utilizar la violencia para frenar la reforma constitucional («si no es así, una amplia mayoría no la aceptará y tratará siempre de cambiarla, aunque deba acudir a las vías violentas para hacerlo»), no hizo cambiar de postura lo más mínimo a Dieterich, que siguió tratando de reconciliar Baduel con Chávez, comparando estrafalariamente el retiro del golpista con una jugada digna de un gran estratega, nada menos que con el retiro de un destacado militar romano 2.500 años antes (10). A pesar de que Baduel exigía desafiante «que se nos diga claramente el destino de nuestro futuro y que no se nos mienta con un supuesto socialismo a la venezolana» (11), Dieterich, que había criticado con toda justicia pocos años antes a Saramago por haberse quedado «en el reino de la axiología abstracta, fiel a sus verdades absolutas, no carcomidas por las incertidumbres», adoptó la misma postura contra Chávez con el argumento de una pretendida “libertad intelectual” sobre el bien y el mal que sólo sirve para eludir un compromiso político coherente y solidario que debiera caracterizar a los auténticos intelectuales comprometidos con los pueblos:
«Prefiero esta libertad y este costo, a convertirme en un intelectual orgánico de los Estados —sean burgueses o “socialistas”— que hablar cuando los Estados lo quieren y en los términos que lo quieren.» (12)
Desgraciadamente, Dieterich, en lugar de realizar una valiente autocrítica y una rectificación necesaria por sus evidentes errores y por haber escogido amistades políticas tan nefastas, prefiere esgrimir el argumento fácil de la “libertad intelectual” sin compromiso, sobre el bien y el mal, y perseverar en su cómoda y liberal equidistancia. ¡Qué lejos quedan aquellos momentos de apoyo incondicional de Dieterich a los procesos revolucionarios! ¿O es que sólo fue “incondicional” hasta que rechazaron sus recetas?
Los intelectuales y los pueblos: la equidistancia imposible
La equidistancia imposible de Dieterich -arropada con una gran dosis de catastrofismo y sus consabidas recetas salvadoras- chocan con la realidad más evidente: las duras dificultades que la Revolución y el pueblo cubano han superado en cada etapa se debe a que el régimen sociopolítico cubano es un régimen verdaderamente popular, arraigado en el pueblo. Hace falta mucho más que la distorsión de unos hechos concretos para que se cumplan los “geniales” análisis realizados sobre el bien y el mal, subestimando la capacidad del pueblo cubano y de sus dirigentes para superar las situaciones más adversas.
El papel de los intelectuales no es el de sustituir a los pueblos y a los dirigentes surgidos de sus entrañas en las duras luchas de clases y contra el imperialismo. El papel de los intelectuales no es el de aprovecharse de esas luchas ni de la popularidad de los dirigentes para fabricarse ellos mismos una popularidad personal: un verdadero intelectual, comprometido, debe estar a las duras y a las maduras: principalmente en los momentos difíciles, de retroceso o de derrota, y sabiendo hacer las críticas en el momento y lugar correspondiente, fuera de toda injerencia y respetando la voluntad de los pueblos. Cuba constituye un ejemplo vivo de un modelo alternativo de sociedad, muy incómodo para una buena parte de la izquierda internacional, carcomida por la gran abundancia de estereotipos anticomunistas que la ideología occidental ha ido construyendo sobre el “estalinismo” y el fantasma de la “burocracia” (léase: dirigentes fieles a la revolución), bien apoyada en una campaña de guerra psicológica que ha grabado en muchos intelectuales desertores la sentencia del “Fin de la historia”. Cuba desafía esa sentencia postmoderna, luchando no sólo contra el imperialismo norteamericano, sino contra todos los prejuicios anticomunistas impregnados en muchos que dicen defender a la Revolución pero siguen el mismo comportamiento de aquellos misioneros que pretendían dar lecciones a los colonizados y enseñarles a comportarse correctamente.
Las luchas de los pueblos y las revoluciones necesitan intelectuales que les apoyen en todo momento, no sólo en momentos de gloria y de avance, sino también de retrocesos, de derrotas e incluso de destrucciones, como fue la Comuna de París, por ejemplo. En momentos de luchas sociales agudas, la equidistancia no sólo se torna imposible, sino que en realidad significa dar un apoyo al enemigo, al agresor, al imperialismo. Hay momentos en la historia que definen de qué lado se coloca cada uno. Como expresó con toda razón Heinz Dieterich, cuando todavía apoyaba incondicionalmente a la Revolución cubana:
«Franco y Mussolini, forman parte de la comparsería internacional del nuevo proyecto fascista que amenaza al mundo. Junto con uno que otro intelectual de baja constitución ética, frente a esa amenaza, la humanidad tiene que resistir como resistió en los años treinta. ¡Viva Cuba! ¡Viva Fidel!» (13)
Tenía razón Dieterich, aunque ahora desgraciadamente ya no opine lo mismo: la revolución jacobina de Francia, la Comuna de París, la Revolución rusa, el apoyo incondicional a la lucha de la República española contra el fascismo, el apoyo incondicional a la URSS en los años treinta ante el cerco militar de Alemania-Italia-Japón, el apoyo a la lucha del pueblo vietnamita, la defensa de Yugoslavia frente al genocidio de la OTAN y la de Irak ante la agresión militar occidental, y la más que probable contra Irán, son momentos donde los matices desaparecen y definen de qué lado está cada uno: de los pueblos agredidos y de la soberanía nacional, o del imperialismo agresor y neocolonial.
Ahora, cuando la presión externa contra una Revolución cubana asfixiada por un bloqueo que ha causado pérdidas de miles de millones de dólares a la economía, por los ciclones que destruyeron el año 2008 el 20% de la riqueza nacional, por los efectos de la crisis internacional y las presiones incrementadas del imperialismo con toda su parafernalia de prejuicios anticomunistas, se pone a prueba de qué lado está cada uno. Las posturas catastrofistas, acompañadas de las inevitables recetas salvadoras elaboradas por geniales intelectuales del exterior, que parten de la desconfianza del pueblo cubano y de sus dirigentes revolucionarios y de un complejo de superioridad preocupante, conducen a erosionar el apoyo internacional a la Revolución cubana y a su lucha antiimperialista, al presentar a ésta como un cuerpo canceroso cuyo fin es irreversible. Conducen, en último término, a fortalecer al imperialismo y toda su secuela de crímenes y genocidios. Así de claro.
¿De qué lado se pondrá definitivamente usted, Sr. Dieterich, de Cuba y Venezuela o del imperialismo genocida?
Notas:
(1) http://www.kaosenlared.net/noticia/severa-derrota-revolucion-cubana
(2) http://www.lademocracia.es/Derrota-estrategica-en-Venezuela-peligro-mortal-para-Bolivia-y
(3) http://www.kaosenlared.net/noticia/cuba-mercantilismo-politico-burgues-dos-lecturas-coincidentes
(4) http://www.kaosenlared.net/noticia/severa-derrota-revolucion-cubana
(5) http://rebelion.org/noticia.php?id=109559
(6) http://www.kaosenlared.net/noticia/el-plan-para-destruir-a-cuba
(7) http://www.bnjm.cu/sitios/laverdaddecuba/mensajes/heinz12.04.03.htm
(8) http://www.aporrea.org/actualidad/a44406.html
(9) http://www.eluniversal.com/2007/11/06/pol_art_baduel-llama-a-votar_580618.shtml
(10) http://www.lademocracia.es/La-ruptura-Chavez-Baduel-impedir-el-colapso-del-proyecto
(11) http://www.eluniversal.com/2007/11/06/pol_art_baduel-llama-a-votar_580618.shtml
(12) http://www.lademocracia.es/Chavez-Baduel-y-el-falso-remedio-de-Heinz-Dieterich
(13) http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cuba/jiribilla/D/2003/n103_04/103_80.html

jueves, 22 de julio de 2010

Convocatoria de la Universidad de El Salvador para el Proceso de Nuevo Ingreso 2011

El Frente de Resistencia de Honduras se solidariza con la Lucha del Pueblo Panameño

El pueblo hondureño en resistencia se une a la lucha del pueblo panameño y nos sumamos al enfrentamiento contra el régimen violento que preside Ricardo Martinelli como cabeza de la funesta alianza entre militares y empresarios.
Hermanos y hermanas panameñas sus enemigos no son distintos a los nuestros pues defienden los mismos intereses y lo hacen con la mismas formas brutales.
Algo que la Oligarquía olvida es la valentía de los pueblos latinoamericanos y así como en Honduras nos levantamos contra los golpistas desde junio del año pasado, Panamá también se levantó como respuesta a la intención de la Ley 30 o Ley Chorizo que por decreto busca cercenar el derecho a la resistencia de los ciudadanos y ciudadanas ante los atropellos de empresarios y políticos tradicionales.
La provincia de Bocas del Toro fue testigo de uno de los más brutales ataques de los últimos años en la región. La naturaleza del mal gobierno de Martinelli quedo evidenciada: la democracia solo es para la elite, el gobierno existe para la elite y esta dispuestos a asesinar, torturar, violar, golpear y encarcelar a todo movimiento que ponga en peligro esos exacerbados beneficios.
Los panameños y panameñas solo exigen sus derechos fundamentales y en Honduras hemos entendido que esas batallas son las más difíciles, es por esto estamos hoy y estaremos siempre del lado de los oprimidos porque son nuestros hermanos y hermanas y de manera unificada iremos desarrollando la lucha de la Resistencia en toda América Latina para poner un alto definitivo a la explotación, a la violencia, a la mentira y la estupidez que por ahora nos gobierna.
Los pueblos se vuelven héroes cuando en momentos oscuros optan por la resistencia y entregan su vida antes de regresar al sometimiento.
El legado de los compañeros Antonio Smith y Virgilio Castillo también nos acompañan y se suman a los mártires que el régimen militar que hoy encabeza Porfirio Lobo nos ha heredado en lo que va de este año y el anterior. Por su memoria y la de tantos otros compañeros y compañeras hemos jurado vencer.
Saludamos a los compañeros del Sindicato de Trabajadores de la Construcción y Similares de Panamá (SUNTRACS), al Frente Nacional de Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso) y a todos los sectores organizados que se levantaron en primera instancia para defender los derechos a la defensa de los trabajadores y trabajadoras y que hoy unificados se enfrentan al gobierno de Martinelli que creyó absurdamente que podía sorprender a los panameños y panameñas.
Saludamos también a la población Ngäbe Bukle, de la cual la mayoría de los afectados y afectadas son parte y que como tribu también se han colocado en la primera fila de esta lucha, la resistencia de los pueblos es parte de su naturaleza milenaria.
Centenares han sido encarcelados, miles han sido golpeados y golpeadas y aun así el pueblo de Panamá no baja sus brazos. La Resistencia en Latinoamérica es un proceso de todos y todas y la única solución para librarnos del yugo que por tantos años nos ha sometido.
 
Un sincero abrazo a todo el pueblo de Panamá, estaremos con ustedes hasta la victoria

¡Resistimos y Venceremos!

Frente Nacional de Resistencia Popular - Honduras, Centro América
21 de julio de 2010

miércoles, 14 de julio de 2010

Sindicatos panameños confirman que huelga general fue acatada en 90%

La Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi) de Panamá confirmó que la huelga general convocada para este martes en rechazo a la Ley 30, que consideran lesiva a sus derechos, alcanzó casi un 90 por ciento de adhesión, tanto en el sector de la construcción, como en el de educación. 
El secretario general de la Conusi, Gabriel Castillo, informó a medios internacionales que la paralización de actividades fue acatada en los sectores de la construcción y la docencia entre un 80 y un 90 por ciento.
Aseguró que "el impacto de la huelga fue similar en todo el país, aunque en los sectores de la industria, como la manufacturera, su impacto fue menor".
Informó que tras el paro general se hará el llamado a otra "jornada de lucha porque no se va a desistir hasta que se logre derogar la Ley 30 y se logren las condiciones para discutirla en su totalidad".
El secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), Genaro López, en un encuentro con la prensa insistió en que el gremio exige "el cese de la persecución contra el movimiento sindical, contra los trabajadores de la construcción y sus dirigentes para que haya un clima de tranquilidad y se busque una solución a estos problemas".
Por su parte, el director de la Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (Copodehupa), el sacerdote católico Conrado Sanjur, indicó que la huelga fue un éxito, sobre todo en el sector educativo.
Minerva Reyes, de la Asociación de Educadores Democráticos de Panamá, indicó a teleSUR que se unieron a la huelga, primero porque exigen la "derogación de la Ley 30, que es una ley totalmente antidemocrática, represiva, que tiene artículos que le permite a la policía asesinar y quedar impunes".
En segundo lugar, Reyes señaló que paralizaron sus actividades en solidaridad "con los trabajadores de bocaroutoro y la población bocaroutoreña para denunciar la forma desmedida como fueron reprimidos todos estos trabajadores".
El pasado jueves 8 y este domingo, protestas de los sindicatos bananeros y de trabajadores de otros sectores fueron reprimidas por la Policía Nacional de Panamá en la localidad de Changuinola, provincia de Bocas del Toro (oeste), donde murieron dos personas según el Gobierno y seis de acuerdo a la oposición.
Los trabajadores del sector bananero, de la empresa Bocas Fruit Company, fueron quienes comenzaron las manifestaciones desde el sábado 3 de julio, en exigencia de la derogación de la conocida Ley 30 o ''Ley Langosta'', que establece, entre otras cosas, la eliminación de la obligatoriedad del pago de la cuota sindical por medio de descuento directo.
Además, el instrumento legal permite a los empresarios sustituir a los trabajadores en caso de huelga.
De acuerdo al gremio, el reglamento busca debilitar el sindicalismo nacional, pues el pago de la cuota corresponde a su principal fuente de ingresos.
Tras varios días de represión policial en contra de los trabajadores bananeros, se firmó un acuerdo entre representantes del gobierno y dirigentes sindicales.
En el acuerdo, las autoridades de Panamá resolvieron suspender los artículos 12, 13 y 14 de la Ley 30 por 90 días con el objeto de poner fin a las actividades del sector bananero y dar por terminada esa situación que ha puesto en tela de juicio las políticas laborales de la actual Administración.
El secretario general de la Conusi, Gabriel Castillo, informó que el acuerdo alcanzado entre trabajadores del sector del banano de la provincia occidental de Bocas del Toro y el Gobierno tras varios días de protestas y violencia es sólo parcial.
"Hay una decisión de exigir la derogatoria de la Ley 30, que todavía no se ha acordado, además de que en una declaración el presidente (Ricardo Martinelli), en la tarde de ayer, decía que no iba a derogar nada", sostiene Castillo.
La enviada especial de teleSUR a Panamá, Madelein García, señaló que se mantiene la tensión y las protestas en las calles de la capital.
Los manifestantes han denunciado que ya se están aplicando algunas disposiciones restrictivas de sus derechos "donde los policías tienen permiso para matar sin ser enjuiciados", reportó la periodista.
"Ellos exigen la derogación completa de la ley, no sólo de los tres artículos, por lo que no se descarta que la huelga convocada en principio por 24 horas, sea extendida", agregó.
Sobre el caso de los sindicalistas que fueron detenidos por formar parte de la manifestación, la enviada especial aseguró que la Fiscalía anunció el retiro de las órdenes contra 17 dirigentes.
Agregó que desde la noche del lunes han liberado a unas 200 personas detenidas por manifestar en contra del Gobierno.

Gabinete evaluará suspensión 
El Consejo de Gabinete de Panamá, deberá aprobar la suspensión de los tres artículos contemplados en la Ley 30, tal y como lo demandan los huelguistas de la localidad de Changuinola, en Bocas del Toro.
Una vez se apruebe la suspensión, se designará a un ministro para que lo presente ante la Asamblea Nacional, para decidir finalmente su aprobación o no, según fuentes de la Presidencia.
En caso de ser aprobada la suspensión de los tres artículos, el consejo de ministros deberá nombrar una comisión que se encargará de evaluar, junto con representantes de los gremios y la sociedad civil, los cambios que serán introducidos a la ley.

teleSUR Efe - Eluniversal / dg - ld - MM