Este día la clase trabajadora conmemora las históricas luchas y conquistas realizadas por todos los trabajadores del mundo; pero la importancia de esta fecha radica en la necesidad de retomar esa conciencia de clase y unirnos para avanzar en la lucha por un sistema centrado en la justicia, la dignidad, la democracia y la igualdad de este sufrido pueblo.
En este momento la clase trabajadora debe incrementar la lucha contra este modelo concentrador, dictador y excluyente; que solo toma en cuenta a una pequeña y minoritaria burguesía financiera importadora, esa misma burguesía que hoy se está lucrando de la crisis alimentaria mundial, acaparando producto e incrementando los precios por dos razones:
La primera es Justificar la aprobación de “La Ley de Arrendamiento de Tierras” que destruirá las conquistas del pueblo salvadoreño mediante la reforma agraria y regresar al voraz y concentrador latifundio. La segunda es para hacer negocios con la semilla transgénica de lo cual sale beneficiado Cristiani; cuya utilización afecta la salud de la población y destruye la productividad de los suelos para cultivar los productos de consumo popular.
Es por eso que el pueblo salvadoreño debe exigir la reactivación del agro con mayores créditos y subsidios para este sector, la reactivación del sector industrial, mayor presupuesto para salud y educación, una reforma tributaria que evite la elusión y evasión fiscal de los grandes empresarios y les obligue a soltar parte de esa gran ganancia obtenida a expensas del pueblo trabajador.
Estas medidas solo pueden llevarse a cabo sacando a los empresarios del poder del estado e instaurando un Gobierno Democrático Popular.
¡Digamos un rotundo NO al latifundio!
¡NO a la semilla transgénica!
¡SI a un gobierno democrático popular!
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