Fuerza Estudiantil Salvadoreña "Jorge Arias Gomez": Un gane para nuestros mártires!!

domingo, 15 de marzo de 2009

Un gane para nuestros mártires!!

No quisieramos apresurarnos pero la mayoría de los resultados apuntan a una victoria popular contundente y aunque para muchos podría significar una alternancia significativa del poder, para los revolucionarios constituye no solo una victoria electoral sino una victoria histórica de tantos revolucionarios que entregaron su vida por ver un El Salvador justo, humano e igualitario.

Este triunfo es la negación de toda una lucha popular encarnizada por ver nacer una nueva sociedad y que por primera vez, vemos una luz en el camino; una luz que se encuentra sustentada en décadas de conciencia y personas que quisieron ver un nuevo El Salvador que hoy se materializa en un nuevo camino largo y difícil pero esperanzador.

Quisieramos dedicar este triunfo a todos los mártires que van desde el aniquilamiento de nuestras raíces en el heroico 1932, que pasa por la huelga de brazos caídos en 1944, el 30 de julio de 1975, la insurrección popular de 1980, la guerra popoular revolucionaria desde 1980 - 1992, los acuerdos de paz de 1992 y finalmente el triunfo popular del 2009.

Hoy mas que nunca reafirmamos nuestro compromiso en trabajar con este gobierno popular y enfilar las ideas para enrumbar el camino hacia los cambios estructurales en función de este sufrido pueblo, que ha depositado la confianza y la esperanza en mauricio Funes. Sirva este triunfo para hacer avanzar las luchas bolivarianas y contribuir a una latinoamerica unida y libre.

Que viva Ernesto Guevara!

Que vivan las lucha latinoamericanas!

Que vivan las victorias Populares y que vivan todos nuestro mártires!

Porque el pueblo unido jamás será vencido!

1 comentario:

Anónimo dijo...: desde panama saludos espero que este triunfo sea para bien de todos los salvadoreños para la Patria y para la revolucíón. ya que un pueblo unido Jamas sera vencido; 17 de marzo de 2009, 9:49

Publicar un comentario

TODOS SOMOS PALESTINOS

Todos fuimos, somos, podríamos ser execrados por alguna imaginaria pertenencia étnica o alguna verídica adscripción cultural o política y seleccionados por ella para el gueto, el campo de exterminio, el Holocausto.

Todos fuimos, somos, podríamos ser vejados en nuestra propia tierra, discriminados en nuestra cuna, heridos constantemente por la mirada, la pedrada, el culatazo, el escupitajo de quienes se creen superiores por ser distintos y distintos por ser bestiales.

Todos fuimos, somos, podríamos ser expulsados de nuestro país y reducidos a hileras de pasos que deambulan de uno a otro campo de refugiados sin más horizonte que el alambre de púas.

Todos fuimos, somos, podríamos ser el hambre sin pan, la sed sin agua, la intemperie sin paisaje, la memoria sin recuerdos, la enfermedad sin medicina, la herida sin venda, la quemadura sin analgésico, la amputación sin anestésico, el dolor sin justicia, la muerte sin sentido.

Todos fuimos, somos, podríamos ser víctimas de la limpieza étnica, de los bombardeos contra la población civil, de las bombas de racimo, de la fosa común, de las guerras relámpago que oponen nuestra carne a los carros blindados y nuestros ojos a la invasión de la muerte.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los huérfanos, los deudos, los sobrevivientes, los solitarios, los acorralados, sin más compañía que el recuerdo, sin más familia que la lágrima ni más hijo que el alarido ni más hermandad que el desvelo.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, los amedrentados por el alarido de las sirenas y el anonimato de las maquinarias de la guerra, los soldados desconocidos, las bajas estimadas, los cuerpos contados o las tumbas sin nombres.

Todos somos, podríamos ser, fuimos, Noche y Niebla, pero también Plomo Fundido.

Todos fuimos, podríamos ser, somos, los culpables de vivir, los ejecutados por el crimen de tener razón, los muertos en aras del espacio vital, los sentenciados por los dividendos, los condenados en las rebatiñas por la energía fósil, los degollados en nombre del Dios del Amor, los satanizados por lo medios, los agredidos representados como agresores, los borrados por el eufemismo, los daños colaterales, los desechables, los prescindibles.

Todos fuimos, somos, podríamos ser los monstruos que ejecutan las atrocidades o que dicen vengar atrocidades cometiéndolas contra inocentes o las consagran con la indiferencia, la inactividad, la pasividad, la complicidad, el silencio.