VAN SIETE MUERTOS Y 30 MIL DAMNIFICADOS EN MEDIO DE LAS INUNDACIONES: Torrijos viaja a España y desalojan a familias indigenas en boquete.
Martín Torrijos, junto a su esposa y una amplia comitiva, se han ido de paseo a España para rendirle pleitesías a los reyes de España y así codearse con la aristocracia y salir retratado en las páginas de las llamadas revistas de sociedad, para lo cual se informa han pagado su respectivo espacio.
Torrijos lleva casi 80 viajes en sus 50 meses de gobierno. Y por lo visto, en sus últimos meses al frente del Ejecutivo no va a desaprovechar oportunidad alguna para seguir viajando, pase lo que pase. Y es que no le ha importado en lo más mínimo la tragedia que viven nuestros hermanos de Chiriquí y Bocas del Toro, víctimas de inundaciones sin precedentes que han dejado hasta el momento 7 muertos, numerosos heridos, más de 30 mil damnificados y grandes destrozos. Todavía la ayuda no ha podido llegar a Bocas del Toro pues la provincia se encuentra totalmente incomunicada por aire, mar y tierra.
Se desconoce cuánto le costará al erario público esta última extravagancia de la pareja presidencial. Pero de seguro ese dinero bien hubiera ayudado a paliar en gran medida las grandes necesidades de los damnificados. Ya dirán que gracias a este viaje se han conseguido importantes donaciones de España. Sin embargo, ello se hubiera logrado sin poner un solo pie fuera del país y sin gastar un solo centavo en viajes. Este hecho revela la catadura moral de nuestros gobernantes, cuyos intereses están fuera de nuestra Patria, como lo demuestran los grandes negociados personales que mantiene en República Dominicana y otros lares, manejados, entre otros, por Luis Blanco y Rafael Mezquita, quienes a propósito, han sido nombrados en los últimos días en puestos claves del gobierno.
El cinismo y la indolencia de las autoridades en medio de la tragedia los podemos encontrar en el siguiente hecho: El 14 de diciembre de 2007, nueve familias indígenas, incluidos 15 niños, fueron lanzadas de la Finca Odonell en Boquete, después de haber trabajado allí por más de 10 años. El empleador no les pagó sus prestaciones laborales a que tienen derecho, sin embargo en complicidad con las autoridades, lograron desalojar a estas familias, destruyendo todos sus bienes, en plena navidad del 2007. Bajo la lluvia y el frío de la noche, bajo un plástico, han permanecido frente a los albergues de esta finca, resistiendo entre la pobreza y el olvido, en espera del pronunciamiento de los tribunales. Hoy, las amenazas verbales por destruirle su humilde albergue, se cumplieron. Aprovechando la crecida de los ríos y las fuertes lluvias del 22 de noviembre, la policía y algunos funcionarios de confianza de la empresa, destrozaron todo y les llevaron partes de sus bienes, los que hasta la fecha no han podido recuperar.
Así actúan los patronos amparados por las autoridades. Así se aprovechan de las tragedias del pueblo. Mientras tanto, Martín Torrijos, vuela… vuela.
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